jueves, 4 de diciembre de 2014

Reformas educativas en Ecuador.





Educación: ¿y si imitamos a Rafael Correa?


Las reformas que está haciendo el presidente ecuatoriano son extraordinarias. Y lo bueno es que no lo pueden acusar de reaccionario.
Educación: ¿y si imitamos a Rafael Correa?
por Mauricio Llaver@mauriciollaver
Es sorprendente la rapidez con que el proyecto de permitir que los repetidores accedan a la bandera quedó de lado, cubierto por otras noticias. Pero no hay que dejar de insistir en que la más grande de las batallas está en la educación. Como el año que viene hay elecciones, será bueno saber qué proponen al respecto los candidatos a gobernador. Y sería excelente que echaran una mirada a lo que se está haciendo en este mismo momento en algunos países.

Una buena guía podría ser el presidente de Ecuador, Rafael Correa, que como se sabe es latinoamericanista, bolivariano, antiimperialista, etc. Pero no es facilista y está ejecutando unas reformas educativas que son para celebrar, porque Ecuador será un país mucho mejor si las logra llevar a fondo. Está bueno recalcar su filiación ideológica, porque Correa desmiente que para lograr la inclusión social haya que hacerles las cosas más fáciles a los estudiantes. Al contrario, lo que propone es que rija una “meritocracia” donde tengan mayor premio los que más se esfuerzan. Y todo eso con la mira en competir con los países más desarrollados, que no por casualidad han llegado justamente al desarrollo.

Un resumen de lo que está haciendo Correa es lo siguiente:

· Cada ecuatoriano que consiga una beca en universidades del exterior — de cualquier carrera y en cualquier país— es becado en su totalidad por el Estado.

· La gran apuesta es a “formar formadores” y para eso creó la Universidad Nacional de la Educación (UNAE), cuyo cuerpo docente está abierto a profesionales de todo el mundo. Correa busca lo mejor, y por eso firmó convenios con la Universidad Católica de Lovaina y la Asociación Flamenca de Cooperación al Desarrollo y Asistencia Técnica. También creó el Proyecto Prometeo, que ofrece manutención, pasajes aéreos y vivienda a docentes e investigadores con diversas especializaciones para que se radiquen en Ecuador (lo cual me hace acordar a las maestras norteamericanas que trajo Sarmiento en su momento).

· Para alumnos en edad escolar se implementaron unas pruebas llamadas SER, y desde 2011 se incorporó el examen de ingreso a la universidad pública.

· Los aspirantes a docentes deben conseguir puntajes más altos que para otras carreras. Esa idea está tomada del modelo de Finlandia (ejemplo mundial en educación que Correa estudió concienzudamente), en donde ser docente otorga un status social superior al de otras profesiones.

· Para mejorar la calidad, Ecuador evaluó a todas las instituciones educativas y uno de los primeros resultados fue que cerró 14 universidades por falta de nivel.

· En una jugada política de alto voltaje, la Constitución de 2008, a instancias de Correa, prohibió las huelgas en el sistema educativo por considerarlo un servicio público.

· Otra medida es todos los cargos docentes se concursan y la retribución deja de estar vinculada con la antigüedad, ya que ahora se privilegia la formación.

· Rafael Correa sintetizó su voluntad de cambio en una frase: “Lo más fácil sería decir: todos los maestros con contratos inmediatamente adquieren el nombramiento, pero sería destrozar nuestros principios, el principio de una estricta meritocracia”.

Con todo eso a la vista, y sabiendo que a Correa no se lo podrá acusar de reaccionario ni de nada parecido, sería bueno saber qué opinan nuestros futuros gobernantes al respecto. El debate está abierto.

No hay comentarios.: