SABEMOS EL CAMINO
Sólo habían
convivido con él dos años y unos meses, pero junto a él habían aprendido a
vivir con confianza. Ahora, al separarse, Jesús lo quiere dejar bien grabado en
sus corazones: «No se turben. Creen en Dios. Crean también en Mí». Es su
gran deseo.
Jesús
comienza entonces a decirles palabras que nunca han sido pronunciadas así en la
tierra por nadie: «Voy a prepararles lugar en la casa de mi Padre». La
muerte no va a destruir nuestros lazos de amor. Un día estaremos de nuevo
juntos. «Y adonde yo voy, ya saben el camino».
Los
discípulos le escuchan desconcertados. ¿Cómo no van a tener miedo? Si hasta
Jesús que había despertado en ellos tanta confianza les va a ser arrebatado
enseguida de manera injusta y cruel. Al final, ¿en quién podemos poner nuestra
esperanza última?
Tomás interviene
para poner realismo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo podemos saber el
camino?». Jesús le contesta sin dudar: «Yo soy el camino que lleva al
Padre». El camino que conduce desde ahora a experimentar a Dios como Padre.
Los demás no son caminos. Son evasiones que nos alejan de la verdad y de la
vida. Esto es lo fundamental: seguir los pasos de Jesús hasta llegar al Padre.
Felipe intuye
que Jesús no está hablando de cualquier experiencia religiosa. No basta
confesar a un Dios demasiado poderoso para sentir su bondad, demasiado grande y
lejano para experimentar su misericordia. Lo que Jesús les quiere infundir es
diferente. Por eso dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
La respuesta
de Jesús es inesperada y grandiosa: «Quien me ha visto a Mí, ha visto al
Padre». La vida de Jesús: su bondad, su libertad para hacer el bien, su
perdón, su amor a los últimos… hacen visible y creíble al Padre. Su vida nos
revela que en lo más hondo de la realidad hay un misterio último de bondad y de
amor. Él lo llama Padre.
Los
cristianos vivimos de estas dos palabras de Jesús: «No tengan miedo porque
yo voy a prepararles un lugar en la casa de mi Padre», «Quien me ve a Mí,
está viendo al Padre». Siempre que nos atrevemos a vivir algo de la bondad,
la libertad, la compasión… que Jesús introdujo en el mundo, estamos haciendo más
creíble a un Dios Padre, último fundamento de nuestra esperanza.
José Antonio Pagola
Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
|
5 Pascua (A)Juan 14, 1-12 |
|
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario