sábado, 17 de enero de 2015

Síndrome de Burn Out


“Estar agotado”, “no dar más”, “estar quemado”, son expresiones habituales en quienes padecen este tipo de síndrome.
Descrito en la década de los `70 por psiquiatras americanos, el Síndrome de Burn Out es un proceso paulatino en el cual la persona va perdiendo interés en el trabajo, falta a sus responsabilidades, padece agotamiento físico y mental, y puede llevar a la depresión.
En nuestra sociedad dado el ritmo de vida actual y las múltiples responsabilidades que asume cada persona, stress o agotamiento son palabras usuales. Quienes exigen mucho el cuerpo y la mente son propensos a desarrollar este síndrome.
Se presenta con mayor frecuencia en personas perfeccionistas y autoexigentes, sobre todo en aquellos que tienen dificultad en delegar tareas, y quienes tienen un interés marcado en su rendimiento laboral. Es frecuente también en trabajadores con alto nivel de exigencia o aquellos que desarrollan puestos de responsabilidad, en empleados con jornadas de trabajo muy extensas o rotativas o puestos monótonos.
¿Cuáles son los síntomas?
* El Burn Out se caracteriza por importantes cambios de comportamiento generando muchas veces “malos modales” con compañeros y superiores. Este cambio en el estado de ánimo es uno de los principales indicadores del síndrome, ya que es frecuente que los trabajadores se muestren de mal humor o irritados.
* La desmotivación también se hace presente pues la persona siente que las situaciones laborales cotidianas superan su propia capacidad, generando desilusión y tornando la jornada de trabajo interminable.
* El cansancio o agotamiento mental es otra de la características y quienes padecen este mal van perdiendo gradualmente la resistencia al stress.
* A nivel físico pueden presentarse dolores musculares y articulares, contracturas provocadas por la tensión, presión arterial alta, taquicardia, alteraciones del sueño, problemas gástricos, problemas cardiovasculares y/o dolores de cabeza.
Para afrontarlo, los expertos aconsejan dormir 8 horas, tener una buena conducta alimenticia y no sobrepasar las horas laborales. También es indicado realizar pausas en el trabajo para hablar con compañeros, estirar el cuerpo o tomar algo, respetar el horario de almuerzo, hacer actividad física y tener una vida personal activa fuera del trabajo.
Cabe señalar que no todas las personas se estresan. Ello depende de la manera que cada uno procesa la realidad. Pero hay que prestar atención porque cuando este síndrome muestra sus primeros indicadores es primordial tratarlo a tiempo.
El verano suele ser el período donde más trabajadores se toman vacaciones, por eso, aprovechamos en ésta edición para recomendar un buen descanso, que permita luego volver a la actividad laboral con las energías renovadas. “Parar”, “frenar un poco”, “desenchufarse” son algunas de las expresiones que solemos utilizar y que en definitiva, son el mejor remedio preventivo frente al estrés laboral.

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